25 abril 2018 / Vivian Klapp Sasson

Un elemento clave para satisfacer la excedida demanda de hidrocarburos en nuestro país es el transporte de éstos. El sistema de transporte de hidrocarburos por ducto progresa de forma paulatina. El trasvase bien pudiera representar una solución de corto plazo para los retos logísticos en México en tanto la infraestructura necesaria se construye.

La Reforma Energética del 2013 en México transforma al sector energético en un mercado más amigable para invertir. Aunado a lo anterior hay una creciente demanda -de por sí excedida por la oferta- de productos refinados tal como son la gasolina, el diesel y el combustible para aviones. Teniendo esto en mente, este escenario hace del transporte un elemento clave para satisfacer la creciente e insatisfecha demanda. Los proyectos de sistemas de ductos que se requieren progresan pero a un paso ciertamente lento por la complejidad que representan. Para los desafíos logísticos que México enfrenta mientras se construye la infraestructura necesaria, el trasvase bien pudiera representar una solución a corto plazo y contiene el potencial para convertirse en una actividad económica rentable para los inversionistas nacionales y extranjeros.

 

El final del monopolio de la empresa estatal Petróleos Mexicanos ("Pemex") sobre la infraestructura de transporte y almacenamiento de hidrocarburos genera una oportunidad para expandir la infraestructura existente al permitir que las empresas privadas desarrollen y operen nueva infraestructura en México. De acuerdo con los cambios legislativos de la mencionada Reforma Energética ahora se permite a las empresas privadas nacionales y extranjeras participar directamente en el sector de hidrocarburos. La demanda de aumentar la capacidad de transporte de hidrocarburos seguramente seguirá aumentando dado el hecho de que se requieren más productos en todo el país para nuevos proyectos, así como para la creciente demanda de combustible que se destina a la generación de energía.

Como se menciona anteriormente, el desarrollo paulatino se está dando con la construcción de tres gasoductos regionales. Uno es el sistema de ductos de Frontera-Norte (de 12”) que va de Corpus Christi, Texas a Monterrey, México[1]. Los otros dos proyectos de ductos (un de 24”, el otro de 18”)[2]  que se construyen actualmente -ambos- desde Tuxpan, Veracruz en el Golfo de México, hasta Tula, Hidalgo y cuyas rutas se extenderán hacia el centro del país. Estos sistemas de transportación por ducto cuando estén terminados, contribuirán de manera importante a la red nacional de transporte, aunque cubran sólo dos rutas y nos es claro que se necesitarán muchas más para satisfacer la fuerte demanda que existe en el rubro de transporte de productos refinados. Otro problema crítico a resolver es la capacidad de almacenamiento, ya que muy pocas terminales privadas ofrecen una alternativa a la infraestructura ya existente de Pemex. La regulación mexicana requiere para el transporte por ducto que los permisionarios tengan "temporadas abiertas". Una temporada abierta es un procedimiento a través del cual cierta capacidad de los sistemas de transporte es asignada a usuarios potenciales. Las temporadas abiertas asignadas a Pemex representan las más importantes ya que Pemex tiene la gran mayoría de la infraestructura de transporte y almacenamiento, aunque sus temporadas abiertas representan una cantidad relativamente pequeña de su capacidad total de transporte y almacenamiento. Hay que tomar en cuenta que Pemex, debido a las condiciones de monopolio anteriores a la Reforma Energética, tiene aún obligaciones contractuales con diferentes usuarios en todo el país. A través de un proceso conocido como "Ronda 0"[3], la afiliada de Pemex Logística, Pemex TRI adquirió el derecho de usar alrededor del 90% de la capacidad nacional de almacenamiento y ductos. Por lo tanto, aunque el Gobierno ha llevado a cabo diferentes temporadas abiertas, éstas no pueden adjudicar una capacidad significativa en esos procesos de temporada abierta, ya que necesita dicha capacidad para abastecer a los usuarios preexistentes. Esta es la razón por la cual menos del 10% de la capacidad de Pemex está sujeta al procedimiento de temporada abierta. Por lo tanto, su red existente de transporte por ductos no permite la participación de nuevos transportistas en el mercado a menos de que éstos utilicen una alternativa para transportar el producto por sus propios medios. La transportación entonces bien pudiera lograrse mediante la construcción de nuevas tuberías o ductos o bien mediante el uso de camiones y / o trenes para moverlo.

Transvase es el proceso mediante el cual se transfiere un producto de un medio de transporte a otro para su distribución. Para eliminar la necesidad de requerir de una infraestructura compleja y de alto costo para la transferencia. Dicha transferencia del producto puede lograrse directamente desde un barco a un camión, a través de las bombas a bordo. Para lograrlo se pueden utilizar estructuras simple como mangueras y soportes para realizar esta operación. Otra alternativa pudiera ser un vagón cisterna para un camión cisterna, que asimismo sólo requiere una infraestructura móvil simple.

La falta de infraestructura de transporte es un factor clave que impide que el resto de los sectores intermedios y downstream sigan creciendo. Por lo tanto, una solución práctica y relativamente económica de corto plazo para dar una respuesta a esta situación es el trasvase: permite el transporte de producto en camión o tren superando la falta de infraestructura de ductos de transporte o la capacidad restringida de éstos. Una ventaja notable es que la infraestructura requerida para el trasvase es bastante simple y la operación se puede realizar, por ejemplo, desde un barco directamente a un camión en el astillero.

Los puertos mexicanos ofrecen una oportunidad para que los buques reduzcan los viajes terrestres desde los Estados Unidos, quien es el principal exportador de productos refinados a México, de tal suerte que el producto se descargaría directamente en los vehículos que se utilizarían para transportarlo o distribuirlo. Esto pudiera representar una alternativa rentable al transporte por  ducto debido a la pequeña disponibilidad actual en este rubro. Aunque es deseable fortalecer los sistemas de transporte por ducto en todo el país, la modalidad que aquí se plantea puede ser la solución para los desafíos logísticos en tanto se construye la infraestructura necesaria y puede usarse para permitir que muchos proyectos se desarrollen independientemente de su ubicación geográfica.

El trasvase como una actividad específica del sector no está actualmente regulada por la ley mexicana, con la excepción del trasvase entre el tren y el camión. Esta última actividad está reglamentada principalmente con fines de seguridad por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte. Sin embargo, la Agencia Nacional para la Seguridad Industrial y la Protección Ambiental del Sector de Hidrocarburos ("ASEA") está actualmente redactando una regulación específica para la actividad del trasvase relacionada con la seguridad industrial y la protección ambiental, pero como se comenta aún no ha sido emitida. La regulación en materia de seguridad industrial y de protección al medio ambiente considerará varios requisitos específicos que deberán cumplirse para desarrollar este tipo específico de actividades. Los proyectos de trasvase requieren una evaluación legal cuidadosa ya que existen otras actividades que complementan la operación de trasvase que sí están reguladas independientemente y que requieren de ciertos permisos tales como permiso de transporte, permiso de navegación, autorizaciones de autoridades portuarias, permisos de seguridad industrial, autorizaciones ambientales, permisos de comercio, entre muchos otros, y que en principio dependen de la naturaleza exacta de la operación.

El trasvase en lugar de simplemente llenar el vacío puede representar una oportunidad que tiene mayor alcance y flexibilidad que el transporte por ducto. Proporciona una opción de logística que se puede desarrollar en un corto plazo, especialmente cuando el transportador opera en mercados cambiantes. El transporte en camiones y trenes tiene una capacidad de transporte menor en comparación con el transporte por ducto sin embargo a cambio supone un menor costo de inversión ya que la única infraestructura requerida para la operación además de los en cuestión serían los soportes y los vehículos de trasvase con bombas y mangueras, así como instalaciones de almacenamiento.

También hay que evaluar en los esquemas de trasvase la posibilidad de utilizar si fuere el caso, el barco como terminal de almacenamiento, atracarlo en un puerto y que el producto se vaya descargando gradualmente mediante la carga directa en los vehículos de transporte, según sea necesario. Esto presentaría una alternativa a tener una terminal de almacenamiento. En caso de que la demanda por el producto no es suficientemente grande para descargar el barco de inmediato, puede usarse el mismo buque como una alternativa logística. En este caso, se puede aprovechar la ventaja de poder comenzar las operaciones antes, ya que no se necesitaría ninguna construcción de infraestructura de almacenamiento. Además, el barco podría descargarse a través de una monoboya o boya única que permite operaciones en lugares con muy poca infraestructura.

El trasvase presenta varias ventajas prácticas, tales como: una mayor seguridad y flexibilidad con respecto a los puntos de suministro y entrega disponibles para una gama más amplia de opciones; no estar restringido a la ruta del ducto; no estar sujeto a la disponibilidad de capacidad en el sistema. Incorpora la flexibilidad de almacenamiento ya que ésta puede gestionar a través de varias terminales, dependiendo de su disponibilidad y no sólo en los terminales de almacenamiento conectados al sistema de transporte por ducto.

Por lo tanto, la transportación desde un tren o barco en coordinación con una flotilla de camiones bien podría satisfacer las demandas de energía de las estaciones minoristas de combustible, plantas de generación de energía, bien para uso industrial  o bien para usuarios domésticos muchos de los cuales exigen más combustible y gas que por lo pronto ya supera la capacidad de suministro existente. Explorar esta modalidad ofrece una oportunidad de inversión interesante. El transvase ofrece la posibilidad de invertir en el sector del transporte sin la necesidad de hacer una gran inversión de las dimensiones requeridas para construir las redes o sistemas de ductos y definitivamente toma mucho menos tiempo para poder comenzar a operarlo. Finalmente, vale la pena mencionar que aunque es necesaria una evaluación financiera para determinar la viabilidad económica de este tipo de proyectos, la red logística de camiones puede satisfacer las crecientes demandas de gasolina y diésel mediante el trasvase, lo que hace que proyectos que anteriormente se pudieran considerar logísticamente imposible, se conviertan en una alternativa factible.

 

[1]http://www.dosaguilaspipeline....

[2] https://www.gob.mx/cms/uploads...

[3] Resolución RES/3067/2017 publicada el 18 de diciembre del 2017 por la CRE